Santo Domingo.– El senador del Distrito Nacional por la Fuerza del Pueblo, Omar Fernández, lanzó críticas duras al proyecto de Presupuesto General del Estado para 2026, al advertir que el Gobierno insiste en un modelo fiscal “altamente deficitario, sostenido con deuda y gasto corriente”, a pesar de un contexto internacional favorable para la economía dominicana.
Durante su análisis en el Congreso Nacional, Fernández afirmó que el presupuesto “retrata con precisión las verdaderas prioridades del Gobierno”, al recordar que toda promesa política queda sometida al filtro presupuestario. “Lo que no está consignado ahí, simplemente no se puede hacer”, sostuvo.
El legislador cuestionó que, aun cuando el precio internacional del petróleo proyectado para 2026 sería alrededor de un 25 % menor que el contemplado en el presupuesto vigente, el Poder Ejecutivo proponga nuevamente una estructura financiera en la que cerca del 33 % del gasto se cubriría con endeudamiento. “Estamos hablando de más de 400 mil millones de pesos en nuevos préstamos”, advirtió.
Fernández señaló que el mayor problema radica en la composición del gasto, al indicar que los gastos corrientes ascenderían a 1.4 billones de pesos, equivalentes al 86.8 % del presupuesto total y al 16.2 % del Producto Interno Bruto. Dentro de ese renglón, destacó que un 38.6 % estaría destinado a nómina pública, vehículos oficiales y otros gastos que calificó como superfluos.
En ese sentido, alertó que el proyecto contempla un incremento de 5.2 % en la nómina estatal, lo que representa unos 18,581 millones de pesos adicionales. “Eso equivale, en términos prácticos, a contratar unas 136 personas cada día durante todo el año 2026”, subrayó.
El senador también denunció que, una vez más, el gasto corriente superaría los ingresos fiscales, violando los límites establecidos en la Ley de Crédito Público. Según explicó, el proyecto excede el tope legal en más de 65,000 millones de pesos, lo que calificó como una práctica reiterada desde 2021.
En contraste, Fernández lamentó que la inversión pública —considerada el principal motor del crecimiento económico— apenas alcance los 215,284 millones de pesos, equivalentes al 13.2 % del gasto total y apenas un 2.5 % del PIB. “Este presupuesto consolida una política fiscal enfocada en deuda y consumo del Estado, con baja inversión y sin reformas estructurales”, afirmó.
Al cierre de su intervención, sostuvo que el proyecto presupuestario “pone en números lo que la gente ya siente en la calle: que la cosa no va bien”, y propuso su revisión integral para redirigir recursos desde el gasto corriente hacia la inversión de capital, con el objetivo de impulsar infraestructura, generar empleos y estimular un crecimiento económico sostenible.
