El Inter Miami escribió una página histórica al conquistar por primera vez la Copa MLS, en una noche de fiesta en el Chase Stadium donde Lionel Messi volvió a ser protagonista con dos asistencias de lujo en la victoria sobre los Vancouver Whitecaps.
El conjunto rosado abrió el marcador temprano, al minuto ocho, cuando un centro disputado terminó en autogol de Edier Ocampo mientras intentaba frenar a Tadeo Allende. A partir de ahí, el partido tomó ritmo y Vancouver comenzó a generar peligro en el cierre del primer tiempo, obligando al portero Rocco Ríos a una gran intervención ante un remate a quemarropa de Emmanuel Sabbi. Poco después, un cabezazo de Thomas Müller rozó el larguero y mantuvo el suspenso.
La insistencia de los canadienses rindió frutos a la hora de juego, cuando un disparo desviado de Ali Ahmed se le escapó a Ríos para el 1-1. Y por poco se van arriba: Sabbi estrelló un tiro en ambos postes y el rebote también pegó en la madera, en la jugada más dramática del encuentro.
Pero el empate duró poco. Once minutos después, Messi filtró un balón quirúrgico que dejó a Rodrigo de Paul mano a mano, y el argentino definió con frialdad cruzando al segundo palo. De ahí en adelante, Vancouver se volcó en ataque buscando igualar, pero Miami respondió a la contra, empujado por una multitud de fanáticos que teñía el estadio de rosa.
El cierre tuvo sello rosado y de Messi: control de pecho, pase suave y milimétrico para Allende, quien definió entre las piernas del guardameta Yohei Takaoka para sellar el triunfo.
Con esta victoria, el Inter Miami levanta por primera vez la Copa MLS, el título que se disputa en el torneo de eliminación directa tras la temporada regular de la Major League Soccer, donde compiten equipos de las conferencias Este y Oeste.
