La salud preventiva se consolida como una herramienta esencial para quienes desean llegar a la vejez con mayor autonomía y mejor calidad de vida. Especialistas de Mayo Clinic subrayan que los controles médicos periódicos, las vacunas adecuadas y los hábitos saludables permiten prevenir enfermedades crónicas, reducir hospitalizaciones y optimizar la atención sanitaria en un contexto de envejecimiento poblacional acelerado.
El doctor Daniel Sánchez Pellecer, internista y geriatra, explica que el objetivo central de la prevención en adultos mayores es “mejorar la calidad de vida”, una visión que comparte la doctora Christina Chen, quien recuerda que cuidar la salud en esta etapa requiere evaluaciones continuas y personalizadas.
Controles médicos esenciales después de los 55 años
El envejecimiento afecta el metabolismo y debilita el sistema inmunológico, lo que incrementa el riesgo de cáncer, infecciones y enfermedades crónicas. Por ello, los especialistas recomiendan iniciar controles clave a partir de los 55 años y ajustar su frecuencia en función de la edad y los antecedentes del paciente.
Entre los exámenes más relevantes destacan:
- Colonoscopia, con intervalos de 3 a 10 años según hallazgos previos.
- Mamografía, anual en Mayo Clinic, aunque la USPSTF sugiere cada dos años.
- Densitometría ósea, cada 3 a 5 años para detectar osteoporosis.
- Ecografía de aorta abdominal, especialmente en personas con antecedentes de tabaquismo.
La frecuencia de estas pruebas puede disminuir en mayores de 80 años, siempre evaluando que los beneficios superen los riesgos.
Vacunas que marcan la diferencia en la vejez
La vacunación sigue siendo un pilar de la salud preventiva. Los expertos recomiendan:
- Vacuna contra la neumonía (PCV20) desde los 65 años.
- Vacuna contra el herpes zóster, con una eficacia del 80% para prevenir neuralgia postherpética.
- Nueva vacuna contra el VSR, que ofrece protección durante tres años.
Evaluación cognitiva y prevención de caídas
El Dr. Sánchez Pellecer destaca la importancia de evaluar cada año el equilibrio, la movilidad y la memoria en personas mayores de 65 años, con el fin de detectar riesgos de caídas o deterioro cognitivo de forma temprana.
Hábitos que prolongan la buena salud
Una alimentación equilibrada, la actividad física regular, un descanso adecuado y la reducción del consumo de alcohol y tabaco son factores determinantes para envejecer saludablemente. “El movimiento es vida”, afirma Sánchez Pellecer, quien observa que los adultos mayores activos suelen necesitar menos medicación y permanecen fuera del hospital por más tiempo.
La prevención ya muestra resultados palpables: en Mayo Clinic, la mayoría de los cánceres de mama detectados se encuentran en etapas tempranas, lo que permite tratamientos menos invasivos y mayor esperanza de cura.
