Santiago.- El fallecimiento de la niña Stephora Ann-Merci Joseph fue causado por asfixia mecánica por ahogamiento, según establece el informe número 552-2025 del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), fechado el 19 de noviembre. El documento califica la muerte como violenta y de etiología médico-legal indeterminada, indicando que el mecanismo fue una insuficiencia respiratoria de evolución rápida.
El informe forense no precisa la hora exacta de la muerte. Aunque el Ministerio Público sitúa el inicio de los hechos alrededor de las 9:45 de la mañana, el levantamiento del cuerpo se realizó a las 2:05 de la tarde, lo que deja un amplio margen temporal bajo investigación.
De acuerdo con el relato del órgano acusador, la menor ingresó a la piscina a las 9:44 a. m., confiada y sin advertencias visibles, ya que el área carecía de señalización. Al llegar a una zona más profunda, la niña comenzó a hundirse y a hacer señales de auxilio, mostrando claros gestos de desesperación mientras luchaba por mantenerse a flote.
La acusación sostiene que, durante esos momentos críticos, una de las imputadas caminó por el borde de la piscina sin detenerse a auxiliarla ni alertarse por la situación, a pesar de pasar varias veces cerca de la menor. Para el Ministerio Público, esta conducta refleja una supervisión negligente e irresponsable durante la actividad escolar.
Según el análisis pericial del Departamento de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (Dicat), el cuerpo de Stephora permaneció sumergido en el fondo de la piscina durante unos 30 minutos, hasta que otro estudiante notó la presencia del cuerpo y dio la voz de alarma, ayudando a sacarla del agua.
La investigación también recoge que, durante ese período, una de las maestras imputadas permanecía usando su teléfono celular y conversando, sin realizar una revisión de los estudiantes que se encontraban en la piscina, hechos que quedaron registrados en las cámaras de seguridad del lugar.
Otro elemento que resalta el expediente es que, pese a la insistencia de empleados del lugar y estudiantes para llamar al sistema de emergencias 911 alrededor de las 10:20 a. m., una de las responsables se negó, indicando que se estaba contactando primero a la dirección del centro educativo. La llamada a la madre de la menor tampoco se realizó de inmediato, sino más de una hora después, bajo la versión de que la niña se encontraba indispuesta.
El caso continúa bajo conocimiento judicial, mientras el Ministerio Público sostiene que los hechos evidencian una cadena de omisiones graves en la supervisión y atención de la menor durante la excursión escolar.
