Hong Kong celebra elecciones legislativas marcadas por el ánimo sombrío que dejó el incendio de Tai Po, la peor tragedia en más de 70 años, con casi 160 fallecidos. Mientras la ciudad sigue de duelo y surgen cuestionamientos sobre la seguridad de los edificios, el gobierno impulsa una fuerte campaña para motivar el voto.
Los 161 candidatos que compiten por 90 escaños del Consejo Legislativo pasaron previamente por un filtro para asegurar lealtad a Pekín, en las segundas elecciones desde la reforma electoral de 2021, diseñada para que solo participen “patriotas”.
Para subir la participación —que en 2021 cayó a un histórico 30%— las autoridades ofrecen desde tarjetas canjeables por compras y servicios hasta entrada gratis a museos, actividades culturales y promociones en comercios.
Paralelo a esto, las autoridades investigan el incendio y han detenido a varios sospechosos, además de ordenar el retiro de mallas de andamios que no cumplían con normas ignífugas. También han actuado contra activistas que pedían una indagatoria independiente.
Aunque el gobierno insiste en que las elecciones deben seguir adelante para “convertir el dolor en fortaleza”, analistas anticipan una participación baja, tanto por el duelo colectivo como por el descontento hacia el sistema político remodelado.
