Santo Domingo Este. El obispo de la Diócesis Stella Maris, monseñor Manuel Ruíz de la Rosa, fijó este lunes su posición sobre la medida de coerción dictada en el caso SeNaSa, al tiempo que hizo fuertes observaciones al Ministerio Público y planteó recomendaciones directas al presidente Luis Abinader.
El religioso recordó que en esta etapa procesal no se juzga el fondo del expediente, sino medidas cautelares para evitar que los imputados se sustraigan del proceso. Sin embargo, criticó la disparidad con la que, a su juicio, se aplicó la coerción. Señaló que mientras a siete de los involucrados se les impuso prisión preventiva, otros tres recibieron arresto domiciliario y condiciones más favorables, algo que, según dijo, “contradice el simbolismo de la justicia, que exige tratar a todos por igual”.
Monseñor Ruíz cuestionó que la diferencia en el trato se sustente en la supuesta colaboración de algunos imputados. Indicó que resulta “insólito” que programas de investigación periodística parezcan tener más pericia informativa que los organismos del Estado, y enfatizó que “la pena debe ser proporcional al daño causado”, refiriéndose a los miles de millones supuestamente defraudados. Se preguntó, además, si entre los encartados existe arrepentimiento real por el perjuicio que, afirma, provocó muertes de pacientes que no recibieron los tratamientos que necesitaban.
El obispo llamó a investigar a fondo si los imputados participaron en prácticas similares en otras instituciones del Estado. Aseguró que la justicia no puede enviar el mensaje de que “el pecado es robar poco”, mientras quienes cometen grandes fraudes pueden garantizar su impunidad simplemente delatando a sus cómplices y devolviendo una mínima parte de lo sustraído.
Dirigiéndose al presidente Abinader, Ruíz exhortó a no confiar en amistades ni vínculos partidarios, sino en controles institucionales efectivos. Propuso crear una Unidad de Inteligencia y Contrainteligencia especializada para monitorear la conducta de los funcionarios, que rinda cuentas exclusivamente al mandatario y opere sin estridencias mediáticas. Afirmó que organismos existentes como la Cámara de Cuentas, la DGII, la Contraloría y otras instancias “se quemaron” al no detectar oportunamente las irregularidades.
Finalmente, instó al Ministerio Público a aprovechar este caso para reivindicarse ante una sociedad que —según expresó— aún cuestiona su actuación en procesos como Odebrecht y otros expedientes de corrupción. “Tienen ahora la oportunidad de ganarse la credibilidad de este país”, concluyó.
